Cuando el cuerpo te para por estrés
¿Cómo saber si tu cuerpo te está diciendo que pares?
A veces no llega en forma de grito. Llega en forma de caída de pelo, de insomnio, de digestiones pesadas o de ansiedad silenciosa. Así me pasó a mí.
El día que mi cuerpo dijo basta
No fue de un día para otro.
Primero fue el pelo, que empecé a encontrar en la almohada más de lo normal. Después, el cuello, tenso como una piedra. Más tarde, me costaba respirar sin notar ansiedad en el pecho. Las digestiones eran pesadas, como si mi cuerpo no pudiera con nada más.
Y aún así seguí. Porque “tenía que ser productiva”. Porque “no era para tanto”. Porque “ya descansaría el fin de semana”.
Hasta que un día, mi cuerpo dijo: basta.
Tuve un ataque de ansiedad que no pude maquillar con ninguna agenda apretada. Me obligó a frenar en seco y preguntarme:
👉 ¿Qué estoy ignorando para haber llegado hasta aquí?
Cada cuerpo tiene su forma de gritar
Lo que muchas veces llamamos “bajón”, “contractura” o “nervios” no son otra cosa que gritos del sistema nervioso pidiendo tregua.
Y cada cuerpo lo manifiesta por su punto más débil:
-
A algunas personas se les cae el pelo.
-
Otras sufren insomnio o se despiertan aceleradas.
-
Muchas tienen migrañas, tensión mandibular o dolores musculares.
-
Algunas sienten angustia al respirar o sufren digestiones pesadas.
No es casualidad. Es tu cuerpo hablando un idioma que muchas veces ignoramos.
El estrés sostenido no es inocuo (y lo dice la ciencia)
Como explico en mi segundo libro Método CLICK (Editorial Planeta), según un estudio de la Universidad de Harvard y el Massachusetts General Hospital, el estrés crónico altera el funcionamiento cerebral:
modifica nuestra capacidad de concentración, regulación emocional y toma de decisiones.
Además, el informe de la OMS sobre salud mental laboral (2023) confirma que la falta de gestión emocional y descanso adecuado eleva un 60% el riesgo de ansiedad, depresión y burnout.
¿El problema? Que muchas personas siguen funcionando en piloto automático, sin escuchar las señales.
No supe decir “no” a tiempo
Ese fue mi gran aprendizaje.
No poner límites a tiempo, no escuchar mis señales, no priorizar mi bienestar… me llevó al colapso.
Por eso, tras recuperarme, decidí formarme como Life & Business Coach, especializarme en salud mental, inteligencia emocional y gestión del estrés.
Y creé el Método CLICK®, que hoy aplico en mentorías, formaciones y conferencias en empresas de España y Latinoamérica, ayudando a profesionales y equipos a encontrar equilibrio y bienestar sostenible.
Bienestar emocional e inteligencia emocional: pilares del rendimiento
Hoy más que nunca, está claro: el bienestar laboral no es un lujo, es una necesidad.
Las organizaciones que cuidan la Salud Mental de su equipo no solo reducen el absentismo o el burnout:
⏩ Mejoran la productividad
⏩ Fidelizan al talento
⏩ Y generan entornos emocionalmente sostenibles
El liderazgo emocional, la comunicación efectiva y el respeto a los ritmos humanos son claves.
Y no es solo teoría: es rentable.
Si tu cuerpo habla, escúchalo
“Cuando el cuerpo te para, no te está fallando. Te está protegiendo.” — Gemma Ramírez, coach experta en salud mental y bienestar laboral
¿Necesitas parar para reconectar contigo?
Si algo de lo que has leído resuena contigo, y sientes que ha llegado el momento de parar, redefinir tus límites y reconectar con tu bienestar, escríbeme.
0 comentarios