Vivir más despacio y mejor

04 · Nov · 2025

Actualmente en nuestra sociedad se premia la inmediatez. Corremos para cumplir compromisos, responder mensajes y llegar a todo, aunque eso implique renunciar al descanso y al disfrute. Estamos conectados las veinticuatro horas, pero cada vez más desconectados de nosotros mismos.

¿Hace cuánto no das un paseo sin mirar el móvil? ¿O no disfrutas de una comida sin pensar en lo siguiente de tu lista?

Te confieso algo: yo también vivía así. Por eso en mi primer libro Claves del Coaching (7ª Edición) decidí abordar este tema. Tenía tantas actividades autoimpuestas —clases de inglés, cursos de fotografía, gimnasio, voluntariado— que iba de un lado a otro como “pollo sin cabeza”. Incluso cuando estaba con mi familia o amigos, una parte de mí seguía mirando el reloj.

Hasta que un día dije basta.

Ese ritmo me generaba ansiedad, cansancio y una sensación constante de no llegar nunca a todo. Decidí renunciar a lo que no era esencial para poder disfrutar de lo que sí lo era: mis proyectos, mi descanso y las personas que quiero. Y poder vivir en equilibrio.

Tiempo después descubrí que aquello tenía nombre: Movimiento Slow.

¿Qué es el Movimiento Slow?

El Movimiento Slow nació en Roma en 1986, cuando se protestó contra la apertura de un restaurante de comida rápida en la Plaza de España. Aquella defensa de los productos locales y del placer de comer sin prisa dio lugar a una filosofía más amplia: vivir despacio para vivir mejor.

No se trata de hacer menos, sino de hacer con más consciencia.
De priorizar lo importante, de respetar los tiempos naturales del cuerpo y de la mente.

La Vida Slow no significa pasividad, sino equilibrio: redistribuir prioridades, reducir el ruido y recuperar el placer de las cosas sencillas.

Claves para poner en práctica el Movimiento Slow

Respeta tus horas de sueño. Dormir bien es el primer paso para cuidar tu salud mental y física.

🌿 Practica un hobby relajante. Leer, pintar, escuchar música o caminar te ayudan a reconectar contigo.

🗓️ No llenes tu agenda. Deja espacio para imprevistos o para no hacer nada. Llegar con tiempo reduce el estrés.

🎯 Haz una sola cosa a la vez. Disfruta incluso de lo más cotidiano: cocinar, ordenar o ducharte.

💬 Vuelve a las conversaciones sin reloj. Hablar sin prisa también es una forma de cuidar tus vínculos.

Recupera tu ritmo interior

Practicar la vida Slow es una forma de autocuidado. Te permite bajar el ruido mental, reducir el estrés y volver a sentirte dueña de tu tiempo.

Porque solo cuando desaceleras, puedes escuchar lo que realmente necesitas.

Como decía Gandhi, “en la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad”.

Si sientes que necesitas recuperar el control y aprender a vivir con más calma, a través de mis mentorías personalizadas basadas en el Método CLICK®, te acompaño paso a paso para reducir el estrés, equilibrar tu vida personal y profesional y reconectar con tu bienestar.

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