La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de reconocer y gestionar nuestras emociones, así como las de los demás. Según el psicólogo Daniel Goleman, esta habilidad es más importante que el coeficiente intelectual para tener éxito en la vida y el trabajo.
En mi segundo libro Método CLICK desarrollo un estudio realizado por la Universidad de Illinois, que siguió la trayectoria de los estudiantes con mejores calificaciones que tenían un número de coeficiente intelectual elevado, lo que hacía ver, a priori, que eran sumamente inteligentes.
Al cabo de diez años de haber terminado la Universidad, el 90% de estos alumnos brillantes no tenía más éxito laboral ni social que sus compañeros que habían quedado por detrás en las calificaciones, sino todo lo contrario: aquellos que habían obtenido peores calificaciones, pero su inteligencia emocional era mayor, ocupan hoy día cargos públicos y puestos de responsabilidad en empresas importantes. Esto demuestra que a la hora de desenvolvernos en la vida real la inteligencia emocional es más importante que el coeficiente intelectual.
Ocho indicadores para saber si te falta inteligencia emocional:
1. Te estresas con facilidad
Si eres propenso a acumular emociones sin gestionarlas, la tensión y el estrés se apoderan de ti rápidamente. La inteligencia emocional te ayuda a manejar mejor el estrés a hacerte identificar las situaciones que te agobian y a enfrentarlas adecuadamente a tiempo.
Las personas que no gestionan adecuadamente sus emociones tienen el doble de posibilidades de experimentar más estrés y ansiedad y abuso de sustancias no saludables.
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2. Te cuesta trabajo establecer límites y ser asertivo
Las personas con buena inteligencia emocional tienen buenos modales, empatía y cordialidad, aunque son capaces de establecer límites. Esta combinación es ideal para manejar los conflictos. Cuando la mayoría de la gente se enfada, estas personas se mantienen calmadas, ya que tienen capacidad de alejarse de las emociones negativas. Esto les permite neutralizar a las personas difíciles o tóxicas sin generar enemigos, como ya hemos hablado en el post sobre liderazgo emocional,
3. Tu vocabulario emocional es limitado
Todas las personas sentimos emociones, pero según diversos estudios sólo el 36% son capaces de identificarlas con claridad mientras ocurren. Esto causa malos entendidos, elecciones irracionales y acciones contra productivas.
Las personas con buena inteligencia emocional dominan sus emociones porque saben identificarlas y tienen un gran vocabulario para nombrarlas. Muchas personas simplemente definen su estado de ánimo como “malo”, las emocionalmente inteligentes saben decir “frustrado”, “ansioso”, “irritable”, etc.
Cuanto más específica sea la palabra, mejor conocimiento tendrás de qué estás sintiendo, qué causa la sensación y qué hacer al respecto.
4. Guardas rencores
Las personas emocionalmente inteligentes saben que mantener el resentimiento solo les perjudica a ellas mismas.
Investigadores de la Universidad Emory descubrieron que guardar el estrés contribuye a tener presión alta y enfermedades del corazón. Guardar un rencor significa que estás guardando el estrés de un enfado y las personas emocionalmente inteligentes saben que deben evitar esto. Soltar los sentimientos negativos no solo te hace sentir mejor, también ayuda a tu salud física y mental.
5. No admites tus errores
Aceptar los errores como oportunidades de aprendizaje es una de las características fundamentales de la IE. Si te cuesta reconocer cuando te has equivocado, tal vez estés dejando pasar valiosas lecciones de crecimiento
Revivir demasiado los errores produce ansiedad y miedo de intentar cosas nuevas, mientras que olvidarlos por completo hace que los repitas. La clave del balance está en tu habilidad de transformar los fracasos en lecciones que te ayuden a mejorar.
6. Te cuesta comunicarte con los demás
Si sientes que los demás no te entienden o que tienes dificultades para hacerte comprender, es posible que necesites mejorar tu capacidad de comunicar tus emociones de forma más clara y aumentes tu empatía para que entiendas que cada persona libra una batalla.
7. No te enfadas delante de otros
No es que las personas emocionalmente inteligentes no se enojen, pero manejan mejor sus molestias para obtener el mejor resultado posible. A veces esto es simplemente mostrar que estás enfadado, triste o frustrado. Ocultar tus emociones constantemente con una falsa actitud positiva no es genuino ni productivo. Las personas emocionalmente inteligentes emplean sus emociones (negativas y positivas) en las situaciones correctas.
8. Culpas a los demás por cómo te hacen sentir
Las emociones vienen de dentro. Es muy tentador atribuir tus sentimientos a las acciones de otros, pero debes tomar responsabilidad por ellas. Nadie puede hacerte sentir algo que tu no quieras sentir.
Si te conoces bien, es difícil que las cosas que otros dicen o hacen respecto a ti te molesten. Las personas con sanidad emocional son seguras. Incluso llegan a burlarse de sí mismas porque reconocen sus limitaciones.
En conclusión
A diferencia del coeficiente intelectual, la inteligencia emocional se puede entrenar, repitiendo actitudes y acciones inteligentes. Cuando tu cerebro refuerza estos comportamientos, las respuestas anteriores se van borrando de los caminos neuronales. Antes de que te des cuenta, estarás respondiendo con más inteligencia emocional. Para saber cómo afectan las emociones a tu cuerpo, haz click aquí.
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