Conviértete en un experto

03 · Dic · 2025

Seguro que alguna vez te has preguntado cómo ocurre exactamente eso de convertir un hábito en rutina. Esa transición mágica en la que algo que antes te costaba, de pronto… fluye.
Hoy no vamos a centrarnos en el hábito en sí, sino en lo que pasa dentro de ti mientras aprendes. Porque ahí está la clave que lo cambia todo.

Y esta técnica —que explico también en mi primer libro Claves del Coaching (Séptima Edición) — es una brújula perfecta para entender por qué a veces avanzas, por qué otras te frustras y por qué, cuando lo integras, ya nadie te lo puede quitar.

Vamos paso a paso.

Las 4 fases del aprendizaje: tu mapa interior

La teoría de la competencia consciente explica cómo evolucionas desde el “ni me lo planteo” hasta el “me sale solo”. Y lo mejor es que, cuando la conoces, puedes aplicarla a cualquier ámbito: tu gestión emocional, tus límites, tu comunicación… o incluso tu forma de quejarte.

1. Incompetencia inconsciente: “No sé que no sé”.

Aquí estás tranquila porque literalmente no sabes que tienes una limitación.
Es como un bebé con un coche: ese mundo no existe.

En el terreno emocional, sería ese momento en el que te quejas constantemente… y ni siquiera lo ves. Es automático. “Yo soy así”.

Aún no hay conciencia → por lo tanto, no hay cambio.

2. Incompetencia consciente: “Sé que no sé”.

Aquí aparece la chispa.
De repente… ¡te pillas!
“Uy, es verdad, me quejo un montón”.
O “creo que no estoy comunicando tan bien como pienso”.

Aparece la incomodidad porque empiezas a ver algo que antes no veías.
Y aunque pique, esta fase es oro puro: sin consciencia, no hay transformación.

3. Competencia consciente: “Sé que sé”.

Aquí ya has aprendido la teoría.
Sabes cómo hacerlo, pero necesitas atención.
Te escuchas. Te observas. Pones intención.

Volviendo al ejemplo de la queja:
Ahora te das cuenta justo después de quejarte.
Luego durante.
Y luego… justo antes de hacerlo.

Es un proceso.
No siempre te sale.
Pero ya no vas en piloto automático.
Aquí es donde se forja el músculo.

4. Competencia inconsciente: “No sé que sé”.

Y un día… ocurre.
Te sorprendes actuando diferente sin esfuerzo.
La mente cambia de carril.
Lo incorporas.

Dejas de quejarte sin darte cuenta.
Pones límites sin temblar.
Te comunicas mejor porque ya lo tienes integrado.

Aquí no solo has aprendido.

El aprendizaje real no es saber hacer algo. Es integrarlo.

Esta técnica no es un simple modelo teórico: es un espejo.
Te ayuda a ver en qué punto estás, a normalizar la frustración, a identificar avances y a recordarte que todo proceso tiene su curva.

Y sobre todo:
Te permite sostenerte con más cariño mientras transitas del “todavía no” al “ahora sí”.

¿Qué quieres aprender o integrar ahora?

Identifica en qué fase estás.
Pon conciencia.
Da el siguiente paso.

Tu evolución empieza por entenderte.
Y estas cuatro etapas son una guía maravillosa para conseguirlo.

«No dominas algo cuando lo sabes, sino cuando lo integras».

Si quieres profundizar en más técnicas para mejorar tu bienestar emocional, reducir tu estrés y liderarte desde dentro, puedes trabajar mano a mano conmigo a través de un proceso de mentorias personalizadas.

0 comentarios

ARTÍCULOS RELACIONADOS